Sr. Director:

En Elche (Alicante), una investigación del Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández, busca confirmar lo que ya está probado : que no es necesaria la utilización de células embrionarias, puesto que las células madre del cordón umbilical, pueden realizar lo que con aquellas pretenden, con la ventaja de no entrar en contradicción con la Ética.

Utilizar células embrionarias para uso sanitario ajeno al mismo embrión, además de los problemas de rechazo que pueden presentarse, de tumores y de los años luz que se necesitarán para la efectividad de esas investigaciones, con el consiguiente gasto, supone una acción inmoral grave: es tomar al hombre en el inicio de su existencia, como cobaya o material sanitario, despreciando su dignidad. Sólo gente materialista y sin escrúpulos, hace lo que puede sin mirar si se debe.

Como señala el investigador Salvador Martínez, la sangre del cordón umbilical es muy rica en células madre y, de hecho, se puede usar en transplantes y reponer la médula ósea de una persona. Además se puede aplicar solicitando subvenciones a al Comunidad Europea. Según Martínez, en cinco o diez años se podrán realizar estudios clínicos para curar el Alzheimer y la esclerosis.

Parece que en algunos centros de investigación españoles, la moral brilla por su ausencia; además de trocear al embrión humano para el trasplante de sus células y de realizarse intentos de clonación terapéutica, pese a estar prohibida por la ONU, aquí también se proyectan quimeras, como las de Izpisúa en Barcelona, que mezcla células embrionarias humanas con ratones. Quiero protestar por estas miserables prácticas, cuyo final es imposible pronosticar.

Josefa Romo

pepirromo@yahoo.es