Don José Ricardo Martínez, secretario general de UGT de Madrid ha pedido que su compañero de partido, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se vaya a su puta casa, lo que no honra el hogar de la autoridad monetaria.

Que uno, a su edad, tenga que salir en defensa de MAFO es algo que mis mejores amigos no me van a perdonar, pero visto que el Excmo. señor ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, insiste en ello (sin entrar en calificativos acerca de su domicilio).

El bueno de Martínez asegura que MAFO debe dimitir porque pretende abaratar el despido. La verdad es que no ha pedido eso -aunque sí lo pretende-, sino una reforma laboral. Una reforma laboral, por ejemplo, puede consistir en reducir a uno todos los contratos posibles, al contrato indefinido, y luego unir despido libre pero pagado, con unos límites máximos de indemnización para no ahogar a las empresas y con unos límites mínimos que permitan al trabajador sin capacidad de ahorro aguantar hasta que encuentre otro empleo.

En esa reforma también debería ir sujeta una reducción de los impuestos laborales. Éste era el mejor momento para hacerlo: cambiar cuotas por IVA. Y el Gobierno no lo ha hecho. En definitiva: se trata de ponérselo fácil al contratador y de que la defensa del trabajador no sea el despido caro sino el salario digno.

Y ya puestos a defender a MAFO, el gobernador habló con muy buen sentido de la política del Gobierno. MAFO considera que ZP es un bobo solemne y su vicepresidenta económica una tonta recalcitrante. MAFO es así y no se distingue por su espíritu caritativo. Por eso, es un convencido de que la política económica de su Gobierno es un desastre. Yo también. MAFO no dijo que no debiera aumentar el sector público, porque el supervisor tira a socialista, no a liberal. Lo que dijo es que el Estado no gasta más de lo que ingresa, sino muchísimo más un 50% para ser exactos, y también dijo que el Gobierno debe reducir el gasto público, no la inversión pública.

Y tiene toda la razón. Insisto: de la crisis se puede salir por la derecha o por la izquierda: Por la derecha, reduciendo impuestos, esto es, el papel del Estado, para que la sociedad tenga más dinero para invertir y para consumir. Se puede salir por la izquierda, aumentando las inversiones públicas aunque endeudemos al Estado. El único problema de Zapatero, el que denuncia MAFO, es que no ha optado ni por la derecha ni por la izquierda y se ha quedado sin margen.

Lo cual demuestra que la humanidad es singular: hasta MAFO puede tener razón.

Eulogio López

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