El fin de la publicidad ha tenido efectos positivos en la audiencia de TVE y aparentemente desastrosos en sus finanzas.

 

Con la decisión del Gobierno de suprimir los anuncios desde el 1 de enero de 2010, dejó de ingresar alrededor de 400 millones de euros. Para compensar estos recursos, RTVE esperaba recaudar fondos suficientes a través de las tasas impuestas a las privadas (el 3% de sus ingresos anuales en los canales en abierto y el 1,5% en los de pago) y a los operadores de telecomunicaciones (0,9%). El ejercicio 2010, el primero libre de anuncios, ha cerrado con un déficit de 47,1 millones de euros.

Después de ajustar todas las partidas y echar números sobre los resultados de las cadenas privadas y de las telecos, RTVE concluye que deberían haber entrado en sus arcas 62,3 millones más. No sólo no está conforme con las autoliquidaciones (278 millones en conjunto) sino que, según sus cálculos, las televisiones les adeudan 19,2 millones y las telecos, 43,1. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones ha comenzado a revisar las declaraciones de estas empresas y ha reclamado a las cadenas comerciales 4,9 millones de euros correspondientes al último cuatrimestre de 2009.

Para recortar aún más los gastos, el consejo acordó pactar con Mediapro, por contrato, la utilización de trabajadores y unidades móviles propias en Cataluña, Canarias y Madrid para la producción de España directo.

El problema para RTVE consiste en que la Comisión Europea considera ilegítimo la tasa que la corporación carga a las telecos y ha resuelto acusar a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. El Gobierno, por su parte, ha declarado que no trocará el modelo y espera que el Tribunal le dé la razón. De lo contrario, RTVE no sólo se quedará sin esta tasa, sino que debería reintegrar los 187,9 millones que ha cobrado en 2010. (Fuente: El País).

Clemente Ferrer

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