En este país de tontos llamado España, la aceitera Deoleo ha caído en manos de los fondos de capital-riesgo CVC. Es decir, de unos señores a los que el aceite de oliva les importa una higa y que lo único que saben es que deben vender a cuatro lo que hoy compran a tres. Y si para ello deben trocear la empresa, pues lo hacen y en paz. A CVC le importa el aceitunero de Jaén lo mismo que a mí las proclamas feministas. Por ejemplo.

¿Quiénes son los culpables Primero el Gobierno Rajoy. Un Ejecutivo digno de tal nombre no permitiría que un sector alimentario estratégico, con un producto único en el mundo, cayera en manos de un fondo especulativo, dedicado a comprar y vender. Y más cuando podía haber exigido a Bankia y a BMN, porque son de su propiedad, que le vendieran el 22% de Deoleo.

En segundo lugar, Bankia y BMN. Antonio Luque (en la imagen), director general de Hojiblanca, hoy Dcoop, propietario del 10% de Deoleo y llamado a convertirse en el socio industrial, ha declarado a 'Expansión' que cuando se enteraron de la contraoferta de CVC ofrecieron el mismo dinero a Bankia y a BMN… pero que éstas prefirieron venderlo a Deoleo.

Lo más cabreante es que el mismo diario 'Expansión' que recoge tan esclarecedoras declaraciones, asegura, en una página a la izquierda, que el dinero que invertirá CVC en Deoleo servirá para reflotar la compañía. ¿Qué dinero El dinero que pagará CVC no será para la compañía, sino para Bankia, BMN y el resto de accionistas vendedores. Los olivares y las plantas trasformadoras, así como el equipo comercializador de Deoleo no se beneficiará nada, lo que se dice nada, del dinero de CVC. El fondo no promete dinero sino una refinanciación de la deuda: pagar más tarde y pagar más. Y, en sentido contrario, tendrá que tener mucho cuidado de que CVC no lo desguace para obtener una ganancia rápida, según el puñetero argumento del capital riesgo: la suma de las partes vale más que el todo. Más bien diríamos que cuesta más, porque ya sabemos que el necio confunde valor y precio.

Y a todo esto, oiga, si Deoleo era tan mal negocio, ¿por qué CVC lo ha comprado y en puja con otros cuatro fondos

Si España sigue así, en efecto, no tiene remedio. Aquí el único esfuerzo que hace el sector público por salvar una empresa es cuando se trata de salvar los bancos. Que, dicho sea de paso, son las entidades menos estratégicas de todas, las menos necesarias. Eso sí, con la que pueden hacernos perder votos porque todos tendemos a pensar que nuestros ahorros tienden a ser eternos.

En cualquier caso, Deoleo es más importante para el bien común de los españoles que Bankia o Mare Nostrum. Sobre eso no tengo dudas.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com