• Es una maniobra más para disimular la pérdida de españolidad de la primera aceitera del mundo.
  • El presidente de la sociedad pública, poco concreto, sitúa esa participación entre 3,5% y el 20%.
  • Confirma lo adelantado por Hispanidad: ha habido "varias conversaciones" entre Arias-Cañete y el fondo británico CVC.
  • El Gobierno exigió que las decisiones de inversión se tomen en España, que descarte la OPA sobre el 100% y que se respete al equipo de gestión.
  • Tras el abandono de Dcoop, sólo quedan para un núcloe español Caixabank (5,28%), Kutxabank (4,8%) y Unicaja (10%).
Mareando la perdiz. Dice ahora Ramón Aguirre (en la imagen), presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que hay "voluntad política" para que el Estado entre en el capital de Deoleo. Y uno se pregunta: ¿por qué no lo han hecho Y añade, que si concreta esa operación -volvemos al terreno de la hipótesis-, "se produciría en otoño". Y uno se pregunta: ¿Cuándo el fondo especulativo CVC Capital Partners haya hecho y desecho a su gusto en la primera aceitera del mundo, la española Deoleo

En una cosa tiene razón Ramón Aguirre, que ha señalado, durante una rueda de prensa en Cádiz, que ha habido "varias conversaciones" entre el ex ministro Arias-Cañete -hoy en la contienda europea- y el fondo británico. Tiene razón porque Hispanidad ya lo adelantó: fue en Semana Santa y los representantes del Gobierno dejaron claro al fondo británico tres exigencias: que las decisiones de inversión se toman en España (en Madrid, y no en Londres), que debe renunciar a la OPA sobre el 100% de la aceitera (o que conserve la presencia española en el capital) y que se respete al actual equipo de gestión.

Ramón Aguirre dice ahora que Montoro ya le ha trasmitido a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, la buena disposición de la SEPI para entrar en Deoleo "si hiciera falta por su reestructuración empresarial". La corporación tiene ahora un 2,9%. Y, en un ejercicio de lo más concreto, ha detallado que la corporación pública "está perfectamente preparada para poder entrar en el accionariado de Deoleo si se le solicita", ojo, en un porcentaje que oscila, nada más y nada menos, que entre un 3,5% y un 20%. Ahora bien, todo eso, ha dicho también "no se ha concretado en nada".

El Gobierno ha jugado al despiste en este culebrón -y sigue haciéndolo-, que si sale como CVC quiere implicará la pérdida de la españolidad de Deoleo. Es un fondo especulativo al que el aceite de oliva le importa lo justo, y ese lo justo está en proporción a lo que pueda ganar en el momento que juzgue oportuno vender, naturalmente a un precio bastante mayor del que lo compró.

Y, además, la cosa en estos momentos está como sigue. El grupo Dcoop, antigua Hojiblanca, salió finalmente de dudas y optó por vender su participación. Hizo con su 8,64% lo mismo que habían hecho previamente Bankia (16,5%) y Banco Mare Nostrum (4,85%) y a los tres, CVC les pagó lo mismo: 0,38 euros por acción. ¿Quién queda para maniobrar: Caixabank (5,28%), Kutxabank (4,8%) y Unicaja (10%). Entre las tres suman el 20% y con Dcoop hubieran sumado el 30%, un porcentaje suficiente para detener a CVC.  

Si Ramón Aguirre habla en serio -nunca se sabe, por los precedentes- libraría a Arias-Cañete de un gran fracaso, como explicó Hispanidad. La Comisión Europea no debería poner ninguna pega. Sobran los ejemplos en los que Bruselas ha callado y no ha visto "privilegios o derechos especiales" en operaciones más llamativas como la de Francia con Danone, por citar alguna.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com