Sr. Director:
"Trátelo bien: es Hijo de buen Padre", es frase del futuro y próximo Doctor de la Iglesia, San Juan de Ávila, que la dijo, en Montilla, a un sacerdote descuidado en la celebración de la Santa Misa
Se hizo proverbial en un Seminario diocesano, y lo supe al expresarle mi admiración a un sacerdote de Valladolid allí formado. Pero no sólo hay sacerdotes que tratan con delicadeza a Jesús Sacramentado, testimoniando, de esa manera, su fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. En una parroquia de Valladolid, un acólito pone, siempre, la bandeja a los fieles en el momento de la Comunión. ¿Por qué -le repregunté ( 12-9-2011)-, pues en otras parroquias ya no se hace? Tras agradecerme la pregunta, me respondió: "Yo lo hago por Jesús. Mire, hay sacerdotes mayores a quienes les tiemblan las manos, y laicos con algo de Alzéimer que no aciertan, a parte de que las sagradas formas también se caen, a veces, simplemente, porque somos humanos". Evoco a Benedicto XVI, admirable también por su delicadeza y unción en el trato a Jesús Sacramentado. ¿Nos hemos fijado, por ejemplo, en que sólo reparte la Sagrada Comunión de rodillas y en la boca? Ante tantos despropósitos y abusos después del Concilio, ha escogido predicar con el ejemplo. ¿Aprenderemos, todos, a tratar a Jesús como se merece, pues es Dios e Hijo de tan buena Madre?

 

Josefa Romo