Sr. Director: 
La Conferencia Episcopal Española dice que los políticos católicos que votan a favor de la nueva ley del aborto se ponen a sí mismos en situación objetiva de pecado y por tanto, no podrán ser admitidos a la Sagrada Comunión.

 

Pues bien, Don José, el Bono, para acallar su conciencia recoge unas palabras del Evangelio, con las que Jesús perdona a la mujer que querían apedrear y Bono dice: ¡Mujer actúa en conciencia, esta ley no te condena! (Aquí hace una traducción libre con una interpretación sui generis).

Cierto que Jesús perdona a la mujer cuando la dice: Yo tampoco te condeno, vete en paz y no peques más. Es muy diferente esto a la ley de derecho al aborto libre -el no peques más de Jesús es claro-, ley que con su voto Bono se hace cómplice y que es lo que la Iglesia denuncia.

Poco conocimiento de la doctrina de Jesús tiene si pretende justificase diciendo, con exégesis libre: Como político que quiere inspirar su vida en el Evangelio de Jesús, aspiro a que también la nueva ley incluya una dimensión de comprensión y misericordia., para luego concluir que en esto no cave  revivir la inquisición. ¡Venga Sr. Bono!, si quiere ser respetuoso con la Iglesia Católica comience por obedecer su doctrina, que en este caso no es suya sino el derecho natural, si como dice quiere pertenecer a ella, no pretenda justificar lo injustificable. No quiera nadar y guardar la ropa, ni servir a dos o más señores.

Cuando reconoce que el aborto es un mal y que ¡ojalá! se llegara al aborto cero ¿Cree realmente que con esta ley llegará el aborto cero? ¿Nos trata de ingenuos? Reconozca, de una vez por todas, que lo suyo es obedecer a Zapatero y servir a los intereses de sus compinches, pero por favor no meta por medio el Evangelio.

Pedro J. Piqueras Ibáñez