El ex presidente Aznar tuvo este jueves un enfrentamiento verbal con una periodista. Le intentó devolver el bolígrafo, pero ella se resistió a cogerlo, así que Chemari, ni corto ni perezoso, se lo encasquetó en el escote ¡Arde Paris! Pero a ningún medio acreditado en Moncloa se le ha ocurrido preguntar por el controvertido bolígrafo. Más que nada porque el proceso de paz preocupa bastante más que el boli. Así que nuestra feminista vicepresidenta se ha quedado con las ganas, ganitas de hacer una declaración contundente desde la mesa del Consejo de Ministros.

Cuando los plumíferos le han preguntado tras acabar el Consejo desde luego no era de entusiasmo. Pero no hubo oportunidad. Lástima.