Muy escueta ha estado la vice a la hora de valorar el resultado electoral mexicano. Como era consciente de que López Obrador ha impugnado las elecciones, la vice muestra su respeto a la decisión de los ciudadanos y la felicitación a todos. Pero claro, las cosa se había quedado escasa, también felicitó al vencedor al que por cierto, no nombró- y le deseó mis mejores deseos. Luego se dio cuenta de que un tema así no debía personalizarlo y expresó nuestros mejores deseos.

Un pelín escaso para tratarse de un país mantiene unas estrechas relaciones diplomáticas, empresariales, culturales y de colaboración en la lucha antiterrorista. O dicho de otra manera: no parecía especialmente satisfecha la vicepresidenta de que finalmente el católico Calderón se impusiera al populista López Obrador. Pero los hechos son los que son. A la fuerza ahorcan.