Señala a Hispanidad que la posibilidad de que el dictador cubano sea detenido es inexistente. Informa además de que la próxima semana habrá una reunión de la Sala de lo Penal de Audiencia Nacional para interpretar la sentencia del Tribunal Constitucional que establece la jurisdicción universal de la justicia española

No veremos la imagen de Castro entre rejas. Así lo ha confirmado a mediodía de este jueves la vicepresidenta De la Vega a este diario. Cabe interpretar que el gobierno no observa ningún problema jurídico a la presencia de Castro en la cumbre Iberoamérica y que observa la denuncia de la disidencia cubana como algo distinto a la detención de Pinochet.

Distinto políticamente. Ya saben, existen dictaduras de izquierdas y de derechas. Porque resulta que la disidencia cubana en España está trabajando contrarreloj junto a uno de los abogados que llevó la inculpación de Pinochet por la Audiencia Nacional. Menudencias. Miles de asesinados, torturados y desaparecidos son cosas menores comprado con el éxito de la cumbre.

De la Vega señala además a este diario que la Audiencia Nacional estudiará la próxima semana la interpretación de la sentencia del Tribunal Constitucional que establece la jurisdicción universal de la justicia española. Tendrá que estudiar en qué casos se aplica. ¿Para jefes de Estado en activo no?, le preguntamos Claro, porque hay que clarificar la sentencia responde la vicepresidenta evasivamente. Poco jurídico, porque como informamos en nuestra edición del pasado martes, el convenio para la tortura firmado por el Reino de España establece que también se incluyen a los jefes de Estado y altos funcionarios en activo, que son precisamente los sujetos de los delitos de lesa humanidad y genocidio. O sea, que a pesar de la tranquilidad que ofrece la vicepresidenta, es posible que algún magistrado de la Audiencia Nacional se ajuste a derecho, que no estaría mal.

Por otra parte, la vicepresidenta descontaba en la mañana del jueves la asistencia de Fidel Castro. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros ha vuelto a confirmar su asistencia, en principio, aunque habrá que esperar a última hora. O sea, puede que llueva, puede que no, aunque a lo mejor, tal vez, quién sabe. Hasta última hora estuvieron esperando también los responsables del desfile militar del Día de la Hispanidad para que al menos desfilara un abanderado del Ejército cubano. Finalmente hubo que cubrir el hueco dejado porque como estaba anunciado, los militares castristas no aparecieron. Está por ver ahora si Castro ofrece este gesto al abucheado Gobierno Zapatero o prefiere quedarse en su prisión isleña, asustado ante su eventual detención.