España promueve salud sexual y reproductiva en la cumbre de las africanas. De la Vega, en su salsa. Inés Alberdi, esposa de MAFO, plantea el problema de cargarse de hijos.

Este fin de semana se han reunido en Valencia las Mujeres por un Mundo Mejor. Hace cuatro años les permitió a De la Vega y a Leyre Pajin vestirse de autóctonas en Maputo. Esta vez, la anfitriona ha sido De la Vega, en su salsa en un aquelarre feminista. Este año, les ha permitido hacerse la foto y vender empoderamiento de la mujer que, la verdad en inglés suena mucho mejor: 'empowerment'.

El caso es que la propuesta española consistía en promover el pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres africanas con un enfoque de género, generacional y étnico. Se lo traduzco: el Gobierno está empeñado en exportar el aborto a aquellas culturas y poblaciones que afortunadamente- lo rechazan. Todo el sarao consistía en eso. No en otra cosa.

Al fin y al cabo, la gran obsesión de De la Vega es exportar aborto donde le dejen. La otra pata del aquelarre feminista es  Inés Alberdi, esposa del gobernador del Banco de España. Alberdi es la presidenta de ONUFEM, el chiringuito de la mujer de Naciones Unidas. Pues bien, en el sarao feminista llegó a afirmarse que si las mujeres se cargan de hijos no es posible su empoderamiento. Los hijos son una carga, un problema. Todo muy femenino

Todo ello aderezado con una gran mentira por mucho que se repitiera mil veces: las mujeres sólo gestionan el 1% del patrimonio mundial. Se olvidan estas feministas que las mujeres normalmente viven en pareja (antes llamado matrimonio) y que es en el matrimonio donde se gestiona el patrimonio familiar. Por otra parte, son las mujeres las que suelen tomar las decisiones de gasto y que disfrutan del patrimonio familiar al menos a partes iguales. Pero esto no parece terminar de convencer a las feministas de tomo y lomo. Lo único que les preocupa es exportar abortos.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com