Uno de los globos sonda del verano ha sido la revisión salarial de los funcionarios. Economía quiere meter la tijera, pero este año quien negociará con los funcionarios no será Administraciones Públicas sino la vicepresidenta del gobierno. Y De la Vega ya ha sugerido que no habrá congelación salarial. Y menos después de comprobar el calentón de los sindicatos.

Quizás alguien se ha olvidado de un pequeño detalle: quien negociará las subidas salariales de los funcionarios será Mª Teresa Fernández de la Vega, ahora secretaria de Estado para la Función Pública. En la última remodelación del gabinete, Zapatero le quitó esta competencia a Administraciones Públicas para dársela a la vice. Un movimiento extraño desde el punto de vista funcional, pero muy entendible desde el punto de vista político. Zapatero quería tener la seguridad de que alguien cercano iba a negociar con los funcionarios con autoridad suficiente para enfrentarse a Economía y aflojar la chequera.

En realidad, el globo sonda del apretón en el cinturón de los sindicatos no ha llegado ahora sino el pasado mes de julio. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, afirmaba en su primera entrevista concedida a Cinco Días- que los funcionarios deberían de entender la situación que atraviesa el país. Una sugerencia velada a la congelación salarial.

La respuesta de De la Vega a la advertencia de Campa fue un lacónico ya veremos. O sea, ya veremos quién manda aquí. Porque Campa ha sido colocado para tratar de infundir confianza en el mundo del dinero. Pero de momento anda más perdido que un pulpo en un garaje. La política tiene unos navajeos que hasta la universidad desconoce.

Eso sí, recordemos que De la Vega tiene encendidos los ánimos de Rubalcaba, Chacón y Sebastián. Le acusan de meterse en todo y de invadir sus competencias sin saber de nada. Ella se defiende cobijándose en las faldas de Zapatero, lugar seguro. Al menos, de momento.

El gobierno sabe muy bien que la congelación del sueldo de los funcionarios realizada por el gobierno Aznar fue extraordinariamente impopular. Y se tomó por presiones de Barea.

-          Oiga D. José, si congelamos el sueldo de los funcionarios, tenemos una huelga general, le dijeron Rato y Aznar

-          Pero, ¿queremos entrar en Mastricht o no queremos entrar en Mastricht?

Al final, entramos en Mastricht. Y los funcionarios tuvieron que apretarse el cinturón. Así que nunca mais para un gobierno débil y amorfo como el de Zapatero. Aunque lo mande la lógica. El Ejecutivo no puede permitirse desgastes adicionales. Se echará mano de la deuda y aquí paz y después gloria. Para eso está De la Vega, despreocupada de la ortodoxia económica. Nuestro pronóstico es el siguiente: si finalmente la inflación acaba en positivo en diciembre, el gobierno ofrecerá a los sindicatos de funcionarios una subida equivalente a la inflación más un pequeño porcentaje por ¿productividad? más un 0,5% del fondo de pensiones comprometido. Al final, la subida estará por encima del 1%, aunque venderán a la opinión pública que se trata de una cuasicongelación. Por si cuela. Ya advertimos: no cuela