La ministra Portavoz del Gobierno, Mª Teresa Fernández De la Vega, elude pronunciarse sobre aquellas declaraciones que le resultan incómodas apelando a la responsabilidad de la mesa del Consejo de Ministros. Saben ustedes que desde esta mesa no voy a polemizar. Por supuesto, se salta el autocriterio cuando le parece oportuno. Pero no ha sido este caso. De la Vega no ha querido entrar a valorar las declaraciones del presidente de la Comisión de Reformas Constitucionales, Alfonso Guerra, que apuntaba a los riesgos de la deriva nacionalista que atraviesa España.

Profundo respeto y afecto hacia la figura de Alfonso Guerra, pero no voy a hacer valoraciones sobre sus declaraciones y no tengo nada que añadir. Saben ustedes que a este Gobierno le gusta propiciar el debate, por si hubiera alguien que estuviera nervioso. Y ancha es Castila.