Defiende la "legítima controversia" a través de la palabra. O sea, que los insultos también valen 

El Gobierno se compromete a seguir desplegando la Ley de Memoria Histórica. Quedan algunos decretos que presentaremos en el futuro. Pero cuando se les pregunta por lo titiriteros amigos del Gobierno que defienden al juez Garzón y abogan por quemar libros, De la vega da un rodeo. Dice que la constitución aprobada hace ahora 30 años nos ha permitido convivir y dirimir nuestras legítimas diferencias a través de la palabra. También dice que eso es precisamente lo que da sentido a la memoria histórica. Pero en ningún momento condena frontamente sus actitudes. Al fin y al cabo, son de los míos, debe de pensar.