En nuestra edición del jueves 13 publicábamos que el artículo I-41 del Tratado Constitucional europeo contempla la guerra preventiva. En concreto, hacía referencia a la necesidad de actuaciones militares para prevenir conflictos internacionales. El artículo se dirige directamente contra la línea de flotación del actual Gobierno, cuyo presidente encabezó las manifestaciones en contra de la guerra de Iraq por considerar que la guerra preventiva quebraba el derecho internacional.

Pues bien, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega sale por peteneras y afirma a Hispanidad.com que dicho artículo "cabe interpretarse de muchas maneras". Una salida como otra cualquiera, porque, obviamente, el Gobierno no puede permitirse enmendarse a sí mismo en un asunto como el referéndum que resulta clave para asegurar su legitimidad. Mucha cintura y poca transparencia.

Por cierto, que De la Vega también ha aclarado a Hispanidad.com que tanto el voto a favor, como el contrario, o el voto en blanco son legítimos, que el Gobierno lo que quiere es animar a que la gente participe. Sin embargo, durante su explicación dio a entender  que el Ejecutivo deseaba que los ciudadanos votaran y no votaran en blanco. "Me alegro que me haga esa pregunta para poder aclarar que lo que dice el Gobierno es que la ciudadanía se movilice", responde a Hispanidad.com.

En cualquier caso, la neutralidad institucional queda un tanto en entredicho cuando De la Vega defiende el texto porque "llevamos muchos años trabajando en él". Su europeísmo acrítico le lleva a afirmar que Europa nos fortalece a todos y refuerza nuestros instrumentos democráticos.