El Gobierno rechaza el segundo grado de De Juana pero toma esa decisión por "los valores constitucionales"

La vicepresidenta considera que el cumplimiento de condena atenuada a segundo grado para el etarra De Juana Chaos es una decisión dura si tenemos en cuenta que el preso ha sido condenado a 3 años y le queda año y medio. Lo normal, sugiere, es que se le hubiera otorgado el tercer grado.

Pero su afirmación tiene trampa, porque el tercer grado sí que es recurrible por las víctimas, mientras que el segundo no. Por eso la AVT anunció su intención de recurrir y luego dio marcha atrás. Una operación perfecta para evitar complicaciones.

Por otra parte, como la reacción social ha sido tremenda, el Gobierno ha decidido sumarse a la pancarta. "El Gobierno comparte el rechazo de los ciudadanos", señala De la Vega. ¿Entonces por qué toma una decisión de este calibre contando con cierto margen de discrecionalidad? Según explica la vicepresidenta, la decisión se toma después de valorar los informes médicos y de la junta de tratamiento "y en aplicación de los valores constitucionales".

Y al parecer, en la interpretación del gobierno, la vida es un valor constitucional. O dicho de otra manera: lo han hecho para que no se les muriera el preso, que según sus informaciones habría fallecido la semana siguiente. ¿No sería un valor constitucional haber tomado otra decisión?, preguntamos. "En nuestra opinión, no; para nosotros la vida está por encima de la muerte; puede que para otros no sea así", responde la ‘vice', que afirma que han tomado decisiones similares en muchas ocasiones "evitando muchos suicidios".

Por lo demás, De la Vega ha tratado de desvincular la decisión con una eventual reanudación del proceso de paz o de un guiño a Batasuna. "No se ha cedido al chantaje, no hemos pagado precio político ni lo vamos a pagar nunca". Sin embargo, afirma que han tomado esta decisión política de acuerdo a los principios de "legalidad y oportunidad". Se entiende por oportunidad, lo mismo que los valores constitucionales: la vida está por encima de la muerte. "La decisión nos produce rechazo, pero nuestro sentido de la responsabilidad debe primar sobre cualquier otra consideración".