Corpus Christi. Como resulta que una de las fiestas tradicionales de Madrid cayó en festivo, en la capital, después de muchos años, el Corpus es festivo, como lo fue siempre, más allá de Toledo.  

Hay tres jueves que lucen más que el sol en la liturgia y cultura católicas: Jueves Santo, Corpus Christi y la Ascensión. A duras penas permanece hoy con la seguridad del festivo, sin que se traslade al domingo, el Jueves Santo, aunque ese día -suena con sorna- cotizan las bolsas, también en España porque así lo decidieron los mercados europeos. El cambio es reseñable y, por qué no, molesto para cualquier cristiano de bien y sensible.

Buen momento, por tanto, para recordar otra de las revelaciones de Cristo a la madrileña Marga, que tienen que ver con el Corpus Christi. Sí, yo creo en esas revelaciones extraordinarias. Sí, yo, periodista, tan pegado a la actualidad cotidiana. Es lo que un editorialista calificaría como análisis de futuro. Ojo al dato:

"La adoración eucarística es la solución a todos vuestros males…. Habrá un periodo en mi Iglesia muy negro, y ahora se prepara, en que parecerá que la Iglesia ha desaparecido. Todo lo que hasta ahora se ha creído se dejará de creer. Desaparecerá mi Eucaristía del culto público. Sólo quedará el privado… Oficialmente la Eucaristía será abolida… Será la Iglesia de las catacumbas. Sí se consagrará y se realizará el Sacrificio, aunque será abolido oficialmente.

(…) Ocurrirá el desastre. Hay un aviso, que está cerca. Y un castigo. Mucho será destruido. Será peligroso salir a la calle porque en la calle morarán los endemoniados.

(...) Desde la Iglesia se va a propiciar una ayuda para el pueblo. Y esta ayuda sólo la recibirán los que tengan la marca de la Bestia".

"Antes del desastre vendrá mi cisma, el gran Cisma. Y la Iglesia Verdadera desaparecerá para dar paso a la nueva. En esta nueva sobre todo hay una vertiente social. Con la excusa de que no haya profanaciones eucarísticas, la Eucaristía será abolida.

(…) Estaréis así un periodo. El que permita mi Padre Dios, acortado por las súplicas de una Madre y de la muchedumbre de mis almas víctimas".    

Y cuando todo termine, esperemos que sea breve, "Yo vendré, bajaré del Cielo y conmigo la Jerusalén celeste. Vendré a establecer mi morada entre vosotros. Ya no sólo creeréis por la fe sino por los sentidos exteriores e interiores. Y me haré visible a muchos… Viviré íntimamente con el hombre sobre la tierra".

Y yo no tengo nada que añadir salvo volver al presente y repetir lo ya repetido: la clave está en la Eucaristía. En cualquier caso, ¿a que se entiende todo

Eulogio López

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