Defiende el modelo SIP de Banca Cívica como mal menor

 

Quien fuera secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, presentaba en la mañana de este jueves un documento de propuestas de reestructuración del sistema financiero del centro Price Waterhouse-Instituto de Empresa. El documento -reconoce- es una especie de carta a los Reyes Magos. Reclaman una reforma de la LORCA que independice a las cajas de los gobiernos autonómicos. Es decir: capacidad de regulación y supervisión del 100% del Banco de España y limitación al 25% de la presencia del poder político. Modelo catalán, con la diferencia de que De Guindos apuesta por las fusiones interregionales como las que garantizan mayor solvencia, liquidez, rentabilidad y eficiencia. Es verdad que no hay redundancias, pero a cambio, se diluye el riesgo, cosa que no existe en las intrarregionales, en su opinión.

Además, De Guindos propone que las cajas tengan obligatoriedad de emitir cuotas participadas con derechos políticos. Y para evitar la imagen de privatización, propone limitar el derecho político al 25%. ¿Cómo se hace eso después de la eliminación de los blindajes? No se hace. Por eso De Guindos reconoce que al final, las entidades no emitirán más allá del 25%. ¿Y por qué la obligatoriedad? Porque probablemente Basilea III será mucho más exigente en el tamaño y la calidad del capital, el TIER1. Es lo que califica como modelo noruego.

Es verdad que lo razonable habría sido reformar la LORCA antes de emprender la reestructuración de las cajas. Pero la presión catalana y andaluza lo impidieron. Así que 'aceptamos pulpo como animal de compañía' y consideramos que lo mejor dadas las restricciones políticas es avanzar hacia las SIP, tipo Banca Cívica. Un modelo muy interesante, señala. Reconoce que el mantenimiento de las marcas es importante porque tienen una enorme fuerza en sus territorios. También es importante mantener los consejos y las sedes sociales para evitarnos debates. Sin embargo, centralizar el back office, el control de riesgos, la política comercial, generará sinergias, tamaño y economías de escala a la hora de acceder a los mercados. En resumen, que a falta de privatizaciones, buenas son las SIP, una especie de quiero y no puedo, que es lo único posible en estos momentos. A futuro. Modelo italiano. Es decir, convertir a las cajas en bancos. Esta sí que es una carta a los Reyes Magos. Aunque todo parece andarse...
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com