Tal y como anunciamos, nada de nada. El ministro de Economía, Pedro Solbes no ofreció novedad alguna en relación a la reforma del IRPF. Nihil novum: Rebaja del tipo máximo del 45 al 42%, incertidumbre en relación al tipo mínimo, recorte de tramos, pero sin saber si finalmente serán tres o cuatro, "retoques" no explicados en la desgravación de vivienda, "posibles" recortes de la deducción por seguros de pensiones de 8.000 a 6.000 euros y "posible" mejora del tipo que grava las plusvalías del 15% actual al 18%. O sea, que de equiparar las rentas del trabajo al capital, nada de nada.

Pero lo más llamativo es que fuentes de Economía señalan que la reforma fiscal supondrá unos ahorros de 3.500 millones de euros a los ciudadanos. ¿De dónde sale esa cifra? Desde luego no sale de las "aclaraciones" del "tranquilo" Solbes. Una de dos: O el ministro de Economía sabe más y se lo ha callado, o en su ministerio le han dado a la máquina de la demagogia, que algo queda. Recordemos que el Gobierno se comprometió con los ciudadanos en ofrecer toda información disponible que no fuera sensible para la seguridad nacional. "Vamos a devolver la información a los ciudadanos, que nos los legítimos propietarios", anunció a bombo y platillo la vicepresidenta De la Vega. ¿Y luego? Resulta que Solbes presenta una reforma "gaseosa" y alguien es capaz de afilar el lápiz. Una explicación quiero.