Cstro no estaba, pero la oposición cubana al dictador considera que ha conseguido una gran victoria con su ausencia en Salamanca. Los países participantes han firmado una declaración de condena al embargo norteamericano de la isla de Cuba. No había pasado ni una hora cuando Washington torcía el gesto. Un nuevo jalón en el enfrentamiento permanente entre Zapatero y Bush, entre los gobiernos español y estadounidense, está ya fijado.

Hay que aceptar que el embargo norteamricano ni ha acabado con el Régimen de La Habana ni ha dulcificado la tiranía de Fidel: todo lo contrario. También hay que reconocer que las penurias que sufren los cubanos poco tienen que ver con el embargo del norte y mucho con un Régimen militarizado, que dedica el grueso de sus esfuerzos económicos a sus fuerzas armadas y policiales. Lo que realmente sorprende es que el conjunto de los países hispanos consideren más importante condenar el embargo que condenar la tiranía de Castro y su violación sistemática de los derechos humanos.