Sr. Director:
Recientemente ha aparecido en la prensa un estudio que según nuestras universidades están en un nivel muy por debajo al que le corresponde por la potencia económica de España. A esto le sumamos el fracaso escolar en primaria y secundaria.

Nuestros alumnos se mueven en una sociedad repleta de reclamos hedonistas, donde el esfuerzo es rechazado y donde prima el principio del placer.

Viven sumergidos en el consumismo, en el disfrute inmediato de satisfacciones sensibles, en una cultura del ocio que tiene un carácter disolvente.

Pero eso no importa, ahora habrá premios para los que no estudian y los castigos para los que saquen buenas notas probablemente. Dicen que esta medida se dirige a los alumnos mayores de 16 años que no hayan obtenido el título de ESO. Sí, eso, se les ofrecerá 1.350 euros que quedarán supeditados al aprovechamiento escolar y si no consigue el título de ESO, deberá devolver el importe de la beca. ¿Y, cuando lo haya gastado, cómo lo va a devolver? ¿Si no ha demostrado fuerza de voluntad para estudiar, cómo va a ofrecer garantías de seriedad para devolver ese importe?

No me extraña que este premio al suspenso esté despertando bastante preocupación en la comunidad docente. Vaya bofetada para esos estudiantes que han obtenido buenas notas, demostrando su talento y su esfuerzo durante todo el curso.

Carmen Ramírez

caramihe@gmail.com