El presidente de la patronal española COE, Jose María Cuevas, ha sorprendido a todos: ha aceptado los planteamientos utilitaristas de la patronal vasca CONFEBASK partidaria de la negociación con ETA y ha desoído a los empresarios navarros agrupados en torno a José Manuel Ayesa, presidente de la confederación de empresarios navarros, lo cual es llamativo porque los patronos navarros han sido muchos más fieles a Cuevas que los vacos.

Pero el miedo es libre, así que CONFEBASK ha presionado a Cuevas hasta conseguir que el patrón de patronos enviara una cara al gobierno apoyando las negociaciones con ETA.

El Partido Popular se ha quedado, en este sentido, huérfano del apoyo empresarial. Todo esto sucede el día en que Arnaldo Otegi, responsable de Batasuna ha calificado como un gran paso adelante la reunión mantenida en la mañana del jueves con el líder de los socialistas vacos Patxi López.

La Confederación de Empresarios de Navarra se ha convertido, además, en pieza clave de la negociación, dado que Ayesa ha sido quién ha denunciado que el entramado terrorista continúa extorsionando a los empresarios para que financien a ETA, a pesar de haber declarado el alto el fuego, y a pesar de que el fin de la extorsión era una de las claves presuntamente impuestas por Zapatero para negociar con la banda.