La hospitalización de Fidel Castro apenas se ha dejado notar en los mercados financieros. Al parecer, las crisis en Oriente Próximo preocupan mucho más a los inversores que las enfermedades de Castro.

Eso sí, Internet se ha inundado de mensajes de alegría de la oposición al dictador cubano. Aunque los centros de análisis político no se muestran tan optimistas. En primer lugar, porque el que ha tomado las riendas es el hermano de Fidel, Raúl Castro, el hombre que siempre ha custodiado la fidelidad del Ejército al dictador. En segundo lugar, porque lo que caracteriza a la oposición cubana es su desunión. En la amalgama opositora al dictador comunista cubano se mezclan liberales y conservadores, y hasta miembros de los que podríamos llamar extrema derecha. Ni en Cuba ni en el exilio existe un Adolfo Suárez capaz de pilotar la transición hacia la democracia o, al menos, nadie vislumbra a ese líder.