En el Club de Roma se presentó el libro Los límites del crecimiento en el que se intenta demostrar que una población de crecimiento cero, solucionaría el problema demográfico en todo el mundo.

 

Hasta el arranque de la crisis mundial en el año 2007 ha sido constante la disminución de indigentes, aunque se haya acrecentado su cantidad por el incremento de la población. Cabe añadir el alargamiento de la esperanza de vida, el aumento del bienestar. El crecimiento de los éxodos mitigan los excesos de población de terruños en vía de desarrollo y nivelan el descalabro demográfico que padecen los países occidentales.

No obstante, existe un exceso de natalidad en algunos países, contra los que actúan las políticas demográficas de la ONU. En sus actuaciones participa el feminismo radical, que ha ido invadiendo áreas de poder y difundiendo el control de la natalidad. El autodominio, la regulación natural, la paternidad responsable, la dignidad del matrimonio y la fidelidad conyugal, están en minoría.

A todo esto, el feminismo radical se ha trocado en ideología de género. Un nuevo modelo de sociedad se está produciendo cuya secuela final, desde la perspectiva biodemográfica, sería el final de la maternidad natural por medios artificiales. Este modelo ambiciona obtener un ser humano original, mitad persona y mitad cibernético. De esta forma, la naturaleza humana es suplantada por la aplicación de destrezas deshumanizadoras, hostiles a la naturaleza. Nos encontramos ante la rebelión más extremista de la historia. Cambiaría la asociación entre fecundación y sexo, para juguetear con mañas diversas, en un universo sexualizado.

Por fortuna, la agudeza de la mujer permanece, como lo manifiesta el neofeminismo, que defiende la vida y la armonía entre la actividad laboral y la familia. La ruina de la sociedad debe ser vencida por la formación intelectual de muchas jóvenes preparadas para participar, con ingenio, frente a la utopía devastadora.

Estados Unidos está exhibiendo la serena actitud de muchas jóvenes, que imprimen un rumbo positivo al cambio social por medio algunas adolescentes que impulsan vivir la castidad en el colegio, en la facultad y en la sociedad. (Fuente: Manuel Ferrer Regales, catedrático de Geografía Humana).

Clemente Ferrer

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