Y aumenta un 2,5% en tasa interanualNo paramos de hablar de la maldita crisis, pero es que es lo que hay. Y lo infecta e infesta todo, todos los indicadores económicos. Si las familias y las empresas disponen de menos dinero por la crisis -hay más paro, nos bajan los sueldos y nos suben los impuestos- una consecuencia lógica es que no se disponga de dinero para pagar los préstamos.

Por eso, la morosidad no deja de crecer. Según datos del Banco de España, la morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito (EFC) a particulares y empresas alcanzó en mayo el 8,95%, y se queda a sólo dos décimas del máximo histórico que registró en febrero de 1994 (9,15%).

En abril, la morosidad fue del 8,72%. Y en términos interanuales -respecto al mismo mes del año pasado- se ha incrementado un 2,5%, cuando la tasa de impago superaba el 6,4%. Así que la morosidad engordó en más de 38.400 millones de euros en el último año.

En términos numéricos, los créditos morosos totales del sector se dispararon por encima de 100.000 millones que superó un año antes, hasta situarse en mayo de 2012 en 155.841 millones de euros.

Por toda esa morosidad, las entidades conceden menos préstamos: en mayo, se redujeron hasta los 1,74 billones de euros, esto es un 0,57% menos respecto al mes anterior, y supone una caída del 3,33% respecto a los últimos doce meses.

En conjunto, las entidades financieras destinaron en mayo 87.300 millones de euros a provisiones para afrontar la escalada de la morosidad, frente a los 84.287 millones de abril, y un incremento del 23% en tasa interanual.
 
José Ángel Gutiérrez
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