Comedia romántica de tono muy positivo que apuesta por el amor para toda la vida. No obstante, eso no impide que cuente con algunas situaciones algo groseras (de índole sexual) que se desengrasan gracias al humor (algo que, por ejemplo, ocurría en Pequeña Miss Sunshine).

Después de 25 años de matrimonio Emily pide el divorcio de Cal restregándole que, debido a su falta de entusiasmo, su relación está estancada y sumida en la monotonía. Cal, desesperado, porque sigue amando a su mujer y considerándola su alma gemela, es asesorado para cambiar de actitud ante la vida por Jacob, un ligón profesional, a quien ninguna chica se le resiste salvo Hannah, una joven abogada que pasa de su encanto …

Crazy, stupid, love no es una insulsa comedia de parejas porque tiene sustrato sentimental, muchísimo humor y un montaje ágil, algo lógico si tenemos en cuenta que su guionista es Dan Fogelman, responsable de historias tan redondas como Enredados o Cars. Fogelman desarrolla gags realmente divertidos alrededor del mundo de la pareja a pesar de que algunas veces abuse del humor de sal gorda. Pero esos pequeños "deslices" no neutralizan el mensaje positivo de la película sobre la felicidad que proporciona el compromiso y la lucha por una relación amorosa perdurable.

Como suele ser habitual, Steve Carell (visto en Superagente 86, la película) hace alarde de la comicidad requerida, algo que también logran Julianne Moore y Ryan Gosling, intérpretes habitualmente encasillados en personajes "lutos". Eso sí, asombra que, con papelitos pequeños, encontremos a dos actores muy conocidos: la oscarizada Marisa Tomei y Kevin Bacon.

Para: Los que les gusten reírse en el cine con comedias románticas y no les importe que, en el transcurso de la misma, haya alguna situación grosera