Sr. Director:  

Han escrito, recientemente, que Hispanidad es una página de la Red leída mayoritariamente por católicos. Por ello, antes de seguir esta Carta al Director, deseo purificar al máximo mi intención: no pretendo ofender a nadie, ni siquiera juzgarle. Más bien, mi intención consiste en describir hechos públicos que pongan en evidencia la conducta de Fernando García de Cortázar, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Deusto. 

En la prensa, especialmente en ABC, viene escribiendo unas "Tercera" en las que destila ambigüedades y una marcada proclividad contra las cuatro décadas franquistas. El ex ministro, José Utrera Molina, viene refutando las "Historias Falsificadas" del historiador de Deusto. Por supuesto, sólo publican esta postura del señor Utrera en el  periódico La Razón (la última vez el 10 de marzo en la página 52). 

Es tanta la discreción del ex ministro franquista que no se atreve a denunciar que el historiador Cortázar es, además, religioso de una orden de gran prestigio. Le parece extraño que tales expresiones contra una persona, y personas que colaboraron con Franco, quepan en la mente y en la pluma de un hombre consagrado a Dios. Por ende, amante de la Verdad, sin datos sesgados o incompletos, el señor Utrera ha publicado estas denuncias contra Cortázar. Personalmente he comprobado que el señor Cortázar es sacerdote jesuita en una tensa conversación que sostuve con él en el Escorial, en la apertura de los cursos de verano del año 2003, en la UCM. 

Sólo quiero añadir que este señor sacerdote e historiador coordina el programa televisivo de TVE, donde da una versión particular de la Historia de España. Por ende, es responsable de los mitos que se cuelan en los capítulos ya emitidos. Sabrán ustedes que el catedrático ha escrito un libro donde indica su afición a desvelar los "mitos". 

Les recomiendo, humildemente, que dejen de perder su valioso tiempo con el programa que coordina el señor Cortázar. Hay, en nuestra patria, historiadores de gran talla a quienes conviene leer con atención por su extrema dedicación a la Verdad. Así, no puedo evitar citar el libro predilecto de Julián Marías, "España inteligible". Tampoco conviene dejar de citar a Luis Suárez Fernández, que acaba de publicar "Cristianismo y europeidad", además de lo que ya escribió en sus cinco volúmenes sobre "Historia de España". La lista de autores históricos, ya clásicos, sería larga: Menéndez Pidal, Menéndez Pelayo, etc. 

Sí deseo fervientemente que sea conocido por los espectadores de televisión, cómo Cortázar permite proyectar en su último capítulo de "Panorama de España", su versión sobre el Islamismo en nuestra patria, afirmando que los árabes, además de otros calificativos elogiosos, eran un pueblo tolerante. Que le pregunten a San Eulogio, que fue decapitado el 11 de marzo del año 859 por el emir Muhamad, sucesor de Abd al Rahmán II y antecesor del poderoso Abderramán III. Además, que se haga esta misma cuestión a tantos cristianos perseguidos por la Guerra Santa que los fundamentalistas de todos los tiempos han predicado.

Agustín Losada