Coronel de Palma, hablando de las víctimas del terrorismo, se ha referido a sus experiencias personales con otras víctimas en otros países: A partir de las experiencias que tuve en Colombia me di cuenta de que los verdaderos abandonados del terrorismo son las víctimas. Nadie puede decir que haya hecho un congreso internacional de víctimas. Es el rostro que demuestra la perversión de este acto, porque el terrorismo es intrínsecamente perverso. Que la gente se dé cuenta que del terrorismo todos somos víctimas, porque ataca a lo más importante de las personas, la libertad. Y ha hecho un llamamiento para acudir a la manifestación convocada por la AVT este sábado: Quien no pueda estar físicamente, que esté en espíritu. A las víctimas hay que apoyarlas a muerte porque son un grupo de personas que están siendo laceradas. Una sociedad que es capaz de olvidar su dolor, todos hemos sido víctimas del terrorismo porque podríamos haber sido nosotros.

 

Añadía Coronel de Palma que no cree que la gente se quede en casa viendo los mundiales: Yo creo que hay un polo de sociedad entregada a una visión muy materialista de la vida y hay otra parte de la sociedad que no está dispuesta a tragar todo. Es la España ejemplar, que cree en la libertad, en el derecho, en el estado de derecho y que quieren vivir con dignidad, y esa es una mayoría muy grande.

 

En relación a la situación de la cultura europea actual, ha recordado, el nuevo presidente de la COPE que Juan Pablo II se hartó de decir Europa, sé tu misma, vuelve tus raíces. Y s e preguntaba Coronel de Palma: ¿Qué es Francia hoy en el panorama cultural? Entre las diez primeras universidades, quitando las dos anglosajonas, no había ni una sola universidad europea. Si nos dormimos  en los laureles, no hay nada que decir. La memoria es saber quién soy y de dónde vengo para mirar al futuro y Europa ha abandonado su memoria, le da asco mirar a su memoria, y por eso se adoptan posturas totalitarias. En este sentido, ha subrayado Coronel de Palma, el individuo inerte, al final se convierte en masa perfectamente dominable y llevadera, y que al final acaba consumiendo, trabajando, atendiendo su concupiscencia y nada más.