Villalobos ha llegado al Congreso con los deberes hechos. Ha recordado que ha sido siempre el PSOE quien ha recortado los derechos sociales. En el 84 fueron las pensiones y en el 93 las prestaciones por desempleo. La respuesta de Corbacho es que durante la primera legislatura del PP las pensiones subieron el IPC puro y duro mientras que ellos las mejoraron en los años de bonanza. ¿No era esto lo que prohibía expresamente el Pacto de Toledo? Lo mismo se puede decir con las pensiones mínimas. El Gobierno presume de haberlas elevado un 30% en términos reales. Exactamente lo que trataba de impedir el Pacto de Toledo: la fábrica de demagogia.
Por lo demás, Corbacho asegura tener la convicción de que habrá acuerdo en el diálogo social. El problema viene por la parte empresarial. Díaz Ferrán no cuenta con el apoyo para echar la firma. Y tampoco permite que le muevan la silla este mismo miércoles. El resultado es un impasse que no permitirá la firma o le recortará legitimidad. Así que el Gobierno se verá forzado a gobernar. ¿Cuándo? Quizás no este viernes, sino el viernes 4. Durán i Lleida le insiste en el mismo sentido: haga de Gobierno y emprenda una reforma laboral.
