La literatura fantástica sigue deparando buenos momentos a los espectadores. Corazón de tinta es la adaptación cinematográfica de la primera parte de la trilogía Mundo de tinta, escrita por Cornelia Funke, a la que popularmente denominan la Rowling alemana.

Desconocía los relatos de Cornelia Funke y, quizás por ello, ha sido una agradable sorpresa contemplar esta película fantástica de corte artesanal, muy alejada de los fuegos de artificio presentes en los últimos estrenos del mismo género. Porque, Corazón de tinta resulta un maravilloso largometraje de aventuras y magia en el que, al menos los adultos, vislumbramos existe  un poso digno a tener en consideración

Mortimer Mo Folchart es un restaurador de libros que viaja incansable por el mundo en compañía de su hija adolescente (Meggie) a la búsqueda de un raro ejemplarCuando lo encuentra, reaparece en su vida un curioso personaje, un juglar misterioso llamado Dedo Polvoriento Es en ese momento cuando la pequeña descubre que su padre tiene un extraño don: es uno de esos humanos denominados Pico de oro , es decir, que posee el talento de hacer reales a los personajes novelados mientras lee en voz alta pero, eso sí,  con funestas consecuencias

Esta coproducción entre Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña reivindica la maravilla que supone la palabra escrita, la lectura, capaz de transportarnos a  mundos lejanos y de hacernos vivir situaciones increíbles Pero también aborda el fenómeno de la creación literaria: el deseo de muchos autores de poder disfrutar de los mundos por ellos imaginados y, rizando más el rizo, la posibilidad de los personajes de rebelarse ante su destino narrativo

Reconozco que he disfrutado como una enana con esta película fantástica de corte clásico, realizada con escasos efectos especiales pero magníficamente recreada en localizaciones exteriores llenas de belleza situadas en Italia e Inglaterra y donde los personajes  lucen un perfecto maquillaje y no son criaturas cibernéticas... A estos aciertos hay que sumar un bien escogido reparto, ya que al simpático Brendan Fraser (ideal para este tipo de producciones) le acompañan actores de peso como Paul Bettany (el doctor de Master and Commander) o la eficiente Helen Mirren (insuperable en The Queen) Por ello no se encuentran ante una película a la que acompañar resignados a los niños, sino ante un largometraje muy digno, muy entretenido, con el pasarán una feliz velada siempre que ustedes sepan apreciar una historia donde  el ingenio, la magia y la fantasía están presentes.

Para: Adultos y niños que disfruten con relatos fantásticos