Y cada vez son más numerosas. Ponemos dos ejemplos. Si se percatan, todos ellos están preferentemente diseñados y coinciden en algo : en ellos los estafadores se presentan como responsables de seguridad de las propias entidades para luchar contra posibles estafadores. En este caos, las entidades atacadas son el Santander y Caja Madrid.

Cuando consiguen su propósito, por lo general, los estafadores remiten el dinero de lo que se han apropiado a cuentas previamente instaladas que nunca movilizan en oficinas, sino a través de cajeros automáticos.