La multinacional alemana Volkswagen no se atreve a cerrar SEAT de un plumazo. A fin de cuentas, posee un crédito fiscal que siempre puede utilizar y, por otra parte, una compañía que recibió cerca de 2.000 millones de euros de subvenciones del Gobierno español, no puede marcharse así como así. Sin embargo, prosigue el plan de desmantelamiento paulatino, con el objetivo último de convertir la factoría de Barcelona en un centro de diseño, con lo que sobraría más del 90% de la actual plantilla, cifrada en 14.000 trabajadores.

Dentro de ese proceso de desmantelamiento progresivo, la multinacional alemana ha presentado un expediente de regulación de empleo de una de sus filiales, Gearbox, fabricante de cajas de cambio. El ERE afectará a 230 de los 1.200 trabajadores que componen la plantilla.