Ocurrió el 14 de noviembre. Los directores de comunicación de las grandes empresas cotizadas (Asociación DIRCOM) fueron invitados por el presidente de la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) a una comida. Para ser exactos, lo fueron sólo los miembros de Club de Socios Protectores (para entendernos, los que pagan la asociación) o CSP, y dentro de ellos, sólo aquello que cotizan en Bolsa. Entre ellos forman parte empresas como BBVA, Repsol YPF, Telefónica, Banesto, Endesa, Ferrovial, etc., y otras no cotizadas, como El Corte Inglés o Caja Madrid.

Pocos acudieron a la cita, pero bastaba para institucionalizar la propuesta de Conthe de que todo trato informativo de los DIRCOM con analistas y periodistas pasara por el filtro de la CNMV. De esta reunión surge la carta de Conthe al presidente de la Asociación, Borja Puig de la Bellacasa, y el apoyo entusiasta de este, que dio 24 horas a los asociados para responder a la requisitoria de Conthe.

En definitiva, tanto la asociación de Periodistas de Información Económica APIE, como muchos dircom, se han rebelado contra el instinto censor de Conthe y contra el apoyo que a ese proyecto censor ha otorgado Puig de la Bellacasa. En reunión de la junta Directiva de la asociación, convocada por Puig de la Bellacasa el pasado lunes, se acusó a determinados medios de Internet, por ejemplo, este confidencial, de desunir a la asociación.

Mientras, el presidente de la CNMV no ceja en su intento. Por ejemplo, la comparecencia de Rafael Villaseca, consejero delegado de Gas Natural ante los periodistas de APIE se saldó con petición de la CNMV a la empresa sobre hechos relevantes. Lo de molestias que se habrían ahorrado si, naturalmente, le hubiesen enviado por adelantado las preguntas de los periodistas a Manuel Conthe y este hubiera decidido cuál debían ser respondidas y cuáles no.