El presidente de la asociación de Directivos la Comunicación, Borja Puig de la Bellacasa está henchido de orgullo por lo que considera que la CNMV le consulte en materia de comunicación empresarial. Increíble, pero cierto.

Como saben nuestros lectores, Manuel Conthe envió a la Asociación de Directivos de la Comunicación una carta conminatoria en la que, bajo pretexto de evitar interferencias en la cotización de las principales compañías del país, se introducía la censura previa de la CNMV, es decir, la suya, tanto en las relaciones de las empresas con los periodistas (esto está establecido a través del Directiva Europea sobre Abuso de Mercado) y con los analistas.

Lo más curioso es que el presidente de la asociación de DIRCOM, Borja Puig de la Bellacasa, en lugar de enfrentarse a Conthe, se ha presentado a apoyarle desde el primer momento. Así, remitía la siguiente carta, a la que ha tenido acceso Hispanidad, donde se valora muy positivamente (ver carta remitida por el presidente Borja Puig de la Bellacasa, a los socios), el hecho de que la CNMV quiera contar con la asociación de DIRCOM. Lo cual es de todo punto cierto : la CNMV permite opinar a los DIRCOM si quieren ser fusilados o ahorcados.

En principio, la mayoría de los directores de comunicación afectados, es decir, los de empresas cotizadas, han reaccionado muy negativamente a la misiva de Conthe, más que nada porque a nadie le gusta que un regulador bursátil le imponga lo que tiene que decir y lo que tiene que callar, tanto en los contactos con la prensa como en las relaciones con analistas. Incluso, una de las más importantes empresas cotizadas llegó a enviar a Puig de la Bellacasa un correo electrónico en el que le advertía de que no admitiría una respuesta dócil a la CNMV sin contar con todos los asociados.

Sin embargo, Puig de la Bellacasa insiste en apoyar a Conthe. Así, convocó una reunión el pasado día 5, donde acusó de deslealtad a algunos DIRCOM no presentes, y propuso un pacto de silencio sobre la actitud de la situación. También acuso a Hispanidad de falta de rigor (adjuntamos nuevamente la carta de Conthe que dio lugar a todo el jaleo). Oficialmente, Puig asegura no apoyar a la CNMV y se niega a hablar sobre las discrepancias internas que su actitud ha provocado en la asociación.

En resumen, Conthe continúa adelante con su propósito censor (Se trata de una magnífica oportunidad) al tiempo que la Asociación de DIRCOM corre el peligro de romperse.