1 millón de coches eléctricos quiere el Gobierno para 2013. No me parece una mala apuesta y cuánto me gustaría que el Gobierno apostara por participar en la energía nuclear, la más barata, la más respetuosa con la naturaleza, producto del genio humano y que será la energía del presente y del futuro, primero en fisión avanzada, luego en fusión.

Para ello, lo primero que se necesita es que los fabricantes hagan vehículos de capacidad media o media alta, capaces de circular sin repostar más de 250 kilómetros y a una velocidad aceptable de pongamos 120 kilómetros a la hora, el límite de las autovías.

Luego está el problema de las baterías y finalmente el problema del precio del vehículo, pero no deja de ser interesante, 

Pero también está el problema de repostaje. Y ahí es donde han saltado chispas. Todos quieren ser repostadores de ese millón de automóviles: las constructoras, empeñadas en hacer de todo, que aseguran inmuebles por todo el país, mientras la petroleras, naturalmente, quieren convertir sus gasolineras en electrolineras. Las eléctricas, por su parte, les recuerdan algunas cosas:

1. Que en las gasolineras no se puede hablar por teléfono móvil.

2. Que los expertos en producir energía son ellos.

3. Lo más importante: que lo más lógico es ponérselo fácil al cliente, es decir, que pueda repostar en el garaje de su casa, con el correspondiente enchufe. Además, así podrán hacerlo en horas valle de producción, es decir, repostar el automóvil por la noche.

Realmente, la opción de las eléctricas parece la más acertada. Ahora ya sólo falta que el coche eléctrico sea una realidad. Y habrá que subvencionar el precio, no lo duden. Pero, sobre todo, para asegurar la suficiente producción de energía eléctrica, habrá que seguir contando con la única energía capaz de producir en masa: la nuclear. Con el coche eléctrico ocurre exactamente lo mismo que con las desaladoras. Son necesarias, ciertamente, pero precisan tal aportación de energía que sólo la nuclear puede hacerlo con el precio adecuado. El plan de desaladoras de ZP -primera legislatura, con Cristina Narbona al frente- se fue al garete precisamente por eso: porque tras una desaladora, debe haber un reactor nuclear.

Eulogio López

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