Sr. Director:
Que el máximo responsable en su momento del orden y la gobernación de Cataluña sea imputado por pasar tabaco clandestinamente en la frontera con Andorra recuerda a una película de Berlanga.

Y el caso del exconseller Jordi Ausàs no es único. En Cataluña no tenemos suerte con los "honorables" consellers y menos por el Pirineo. Ahí está Joan Carretero, ex alcalde de Puigcerdá, acusado de prevaricación y que se embolsó durante años un sueldo por ser director de un hospital que no existía.

O Macià Alavedra, detenido por el caso Pretoria en un turbio asunto con maletines precisamente en Andorra. Es lamentable oír a los nacionalistas vender una imagen supuestamente impoluta de Cataluña frente a la "corrupción española". La verdad es que en todas partes cuecen habas y entre la clase política catalana a calderadas.

Antonio Sanz