• La directora de la Agencia Tributaria ha pagado el pato de un escándalo político, que no fiscal.
  • La factura electrónica: el Ejecutivo experimenta en Alcorcón.
  • Más impuestos: el déficit lo pagarán ahora el aire acondicionado, el tabaco de liar y los espirituosos. Ya saben las "actividades con externalidades negativas".
  • Lo mejor de todo: la supresión de desgravaciones para grandes compañías, expertas en ingeniería fiscal.
  • El Gobierno quiere gastar un 2,7% más en 2014. Poco ambicioso.

Consejo de Ministros amplio y largo, el de este viernes 28 de junio, en Moncloa, con funcionarios ya preparando sus vacaciones. A saber: el Gobierno Rajoy ha aprobado otro informe contra la morosidad de las administraciones públicas. Uno más, pero la verdad es que es en lo que más ha avanzado el Partido Popular. En que el Estado pague lo que debe, lo que no hacía con Zapatero.

Además, se introduce la factura electrónica con efectos tributarios plenos. Así, al menos se acabará como dice la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría (en la imagen junto a Montoro), con las "facturas en el cajón". Es lo bueno que tienen los ordenadores: lo registran todo, hasta tu vida privada. Afortunadamente, de vez en cuando se estropean y se borra el contenido. El ciudadano respira.

En cualquier caso, la población madrileña de Alcorcón es donde se experimenta con la factura electrónica, en el ayuntamiento, al igual que en dos comunidades autónomas: Navarra y Cantabria. Al menos, con ello el contratista que envía una factura a la Administración sabe que consta su fecha de entrada y la fecha en la que tiene que pagarle. Que no es poco.

Pero lo más importante, todo el Zapaterismo se construyó sobre un único mandamiento: la solución estaba en no pagar.

También se envía a las Cortes el proyecto de Ley de Emprendedores. Como siempre que se trata de pymes, lo que se trata es de evitar la antigua máxima de Ronald Reagan, las palabras más temidas por el ciudadano: "Soy del gobierno y vengo para ayudar". Lo que el emprendedor quiere no es que el Estado le ayude sino que no le fastidie. Por eso, lo mejor de la norma sobre emprendedores, que, en efecto, son, no ya el futuro, sino el único futuro posible, es no verse obligados a pagar el IVA de una factura hasta no haberla cobrado. Uno se pregunta por qué no ha sido siempre así pero todavía no es así: lo será a partir del 1 de enero de 2014.

Suben los impuestos sobre el aire acondicionado (aquí todos somos muy verdes). La verdad es que si los gases fluorados del aire contaminado, al igual que el CO2, nos llevan al fin del mundo con trasbordo en el cambio climático, lo más lógico es reducir el uso de gases fluorados en lugar de obligar a pagar por ellos. ¿O es que si pagamos dinero al Estado por contaminar, contaminamos menos Cosas de la ecología.

Suben los impuestos que gravan los espirituosos -no vino y cerveza, porque estos fermentados, afortunadamente, se consideran alimentos- y sube el tabaco de liar. ¿Por qué el de liar Porque a costa de freírnos a impuestos con las marcas habituales de tabaco, la gente recurrió a la más barata picadura. Por eso, ahora, el Gobierno Rajoy sube, claro está, la picadura. De precio, digo, no de calidad. Fumar y beber, son según el fiscalista Montoro, actividades con "externalidades negativas". Y átenme esa mosca por el rabo.

Ahora bien, ¿cuál es la mejor medida todo el Consejo de Ministros del viernes 28 Sin duda, la supresión de desgravaciones para grandes compañías, expertas en ingeniería fiscal. Sobre todo cuando utilizan filiales radicadas en el extranjero y aún más cuando se desgravan por la depreciación de sus activos y de sus carteras. Para que se hagan una idea del nuevo impuesto sobre gases fluorados, el Gobierno estima ingresar 300 millones de euros. Otro tanto por el tabaco y el doble por el alcohol. Sin embargo, sólo por la supresión de desgravación por depreciación de activos, el ministro Montoro espera recaudar 3.300 millones de euros anuales. Lógico, aquí sólo paga el tipo legal de impuesto sobre el beneficio la pyme. La gran empresa, como mucho, llega al 15%. La media está en el 17%.

Pero el Consejo también ha tenido un hueco para cesar -está bien, dimisión a petición propia- a Beatriz Viana como directora de la Agencia Tributaria, puesto en el que será sustituida por Santiago Menéndez. Montoro lanza un ditirambo interminable sobre la dimitida, pero lo cierto es que ha pagado el pato del "error" sobre el ya famoso DNI de la Infanta Cristina de Borbón, a la sazón, esposa del Duque de Palma, Iñaki Urdangarín. Ha dimitido, según su jefe, "para fortalecer la credibilidad de la agencia".

Por cierto, se ejecuta el anunciado recurso de anticonstitucionalidad contra la ley de expropiación de vivienda vacía, un invento del califato andaluz de Griñán.

De postre, presentación del techo de gasto para 2014. El techo de gasto es el comienzo del veleidosos proceso presupuestario. Quédense con esto: el gasto del Estado central -eso sí, contando las aportaciones a la Seguridad Social, en déficit- aumenta un 2,7%. Poco ambicioso: debería disminuir. Lo cierto es que si no contamos las aportaciones a la Seguridad Social, tendríamos un muy ligero decremento -1%- del gasto previsto para 2014 sobre el vigente del ejercicio 2013. Es igual: poco ambicioso. En plena presunta jibarización del Estado, cuando es injusto subir ni un impuesto más y hay que reducir prestaciones públicas, ese techo de gasto se nos antoja mínimo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com