• El Gobierno intenta demostrar que nos financiamos mejor y más barato.
  • Es cierto, pero debemos más: casi el 100 por 100 del PIB. Es decir, una barbaridad.
  • Y la vice ensaya su mejor elenco de visajes: la ley de aborto no se aprueba porque hay que pedir muchos informes. ¡Olé!

Rueda de prensa del Consejo de Ministros del 9 de mayo de 2004. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, comienza a toparse con un problema: tras dos años sin responder ninguna pregunta a los periodistas cada vez se le formulan menos a ella y más a sus acompañantes rotatorios. Por ejemplo, el viernes 9 de mayo, día de Europa, todo el protagonismo fue para su subordinado, el titular de Economía, Luis de Guindos (en la imagen, con la vicepresidenta), quien, al parecer, sí tenía algo que decir.

Cuando no dice nada -o sea, casi siempre- doña Soraya tiene que gesticular mucho. A eso, a sus visajes, se dedica la vicepresidenta en cuerpo y alma (no olviden que el rostro es el espejo del alma).

Y así, doña Soraya no ha explicado que el retraso en la reforma Gallardón sobre el aborto, no es porque, como aseguraba el periodista de El País, Carlos Cúe, el PP se avergüence de su ley, sino porque "hay que pedir muchos informes". Por eso, por los informes y esas cosas, resulta que llevamos dos años largos tramitando la norma. El periodista tenía toda la razón: es de vergüenza pero el PP, especialmente los más progres del PP, como Soraya, se avergüenzan de una ley que apenas defiende la vida pero que resulta un poco menos salvaje que la ley Bibiana Aído. Vamos, por si no lo han cogido, que la vergonzante y eternamente tramitada ley Gallardón no se aprueba por razones burocráticas. Hay que evacuar muchas consultas antes de 'evacuar' la coña abortera.

Eso sí, también nos explicó doña Soraya que Europa resulta tan importante con el nuevo Gobierno que la Comisión de Subsecretarios de los miércoles comienza con el elenco de adaptación de la normativa nacional a la directiva comunitaria. Claro que la ley de aborto es estrictamente nacional. Ahora, del PP. Ese es el problema.

Decíamos que el protagonista fue Luis de Guindos, con dos vías; ley de unidad de mercado y, sobre todo, con el Informe sobre la Condiciones de Financiación de la Economía Española. Espléndido informe, dicho sea de paso, porque De Guindos sabe de lo que habla. Nada electoral, como le acusó una periodista, por el hecho de publicarlo en campaña electoral. Y le molestó, dicho sea de paso. Y en verdad que no se trata de una exposición electoralista, pero sí manipuladora, del actual estado de la financiación de la economía española, tanto del Estado como de las familias o de las empresas. Va mejor ciertamente: nos financiamos mejor y más barato… solo que nos endeudamos más. En tiempos de Aznar se redujo el endeudamiento sobre el PIB a menos del 50%: hoy estamos rozando el 100 por 100 del PIB. Esta es la cuestión. La prima de riesgo baja, las empresas se desapalancan, las familias también, con gran esfuerzo, pero el Estado no lo hace. Pero sí, cada vez nos financiamos más barato, asegura Guindos. Sí, pero cada vez te financias más. Estás endeudando a un país, incluida la próxima generación. Un 100% de deuda pública sobre PIB es una barbaridad… aunque te financies más barato. Significa que estás emitiendo deuda para pagar deuda anterior, ni tan siquiera para inversiones públicas, ni tan siquiera para prestaciones públicas. En cualquier caso, la primera política económica consiste en no gastar más de lo que se ingresa. Ahí es donde encallan todas las argumentaciones guindosianas. En España, con grandes sacrificios por parte de los españoles, se está encauzando el déficit… pero a costa de una explosión de la deuda. Con el PP de Aznar, donde participó Guindos, la deuda era un feroz enemigo. Ahora no.

Más detalles sobre financiación: asegura el ministro de Economía que las familias se financian mejor así, como las pymes. No, no es exactamente así. Lo que ocurre es que habíamos tocado fondo en cuanto a disponibilidad de crédito y ahora comenzamos a salir del fondo del pozo. Gracias al ICO más que la banca privada.

Otro buen argumento del ministro Guindos: la financiación de la empresa española está muy bancarizada. Y la banca sólo repara, no en la calidad del proyecto del emprendedor, sino en sus avales con activos reales. Vamos, el viejo adagio castellano de que los bancos son entidades dedicadas a dar dinero a quien no lo necesita.

Y en eso tiene tazón. Ahora bien, esa deseable desbancarización de España, al menos a la hora de dar crédito a las pymes, choca con un pequeño detalle: las grandes empresas sí pueden prescindir de los bancos y emitir en el mercado, pero las pymes no.

Respecto a la financiación ICO, es decir, crédito público a las pymes, bien, está creciendo. El único problema del ICO es que no tiene oficinas, y los bancos privados le mediatizan.

De todas formas, me quedo con la crítica más dura de Guindos a la banca, sin duda la más inteligente: ustedes no saben nada de su especialidad, que es el riesgo (o debería serlo). Ustedes sólo dan crédito con garantía real.

Respecto a otra forma de financiación para que el autónomo, el profesional o la micropyme se financien, están las plataformas de Internet ('crowdfunding'). Pueden traducirlo por financiación masiva, aunque yo prefiero llamarlo financiación anónima. Ojo, no es el Google de turno -aunque me temo que querrá meterse en ello-: son prestamistas particulares y anónimos que les prestan a prestatarios particulares.

Por cierto, 35 millones para arreglar los desperfectos ocasionados en la cornisa cantábrica por los temporales de febrero y otros 30 millones de euros para repoblar Teruel. No, no se repuebla como usted está pensando, aunque es el método más eficaz: hablamos de apoyo a inversiones de particulares en la zona, es decir, más que para repoblar Teruel para que se nos despueble del todo. Que Teruel también existe.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com