• Y mantiene sus vergüenzas. No se atreve a defender a Gallardón en el aborto… quien tampoco merece mucha defensa.
  • Aforamiento real. La vicepresidenta recuerda que muchos aforados braman contra el aforamiento del Rey emérito.
  • Soraya agacha la cabeza y se convierte en jefe de gabinete de Rajoy. Su ambición por sucederle queda atrás.
  • Soraya ya no toma iniciativas: cumple las órdenes que le imparte Mariano.
  • Montoro presenta el techo de gasto público para 2015. Más de lo mismo: conformarse con la mediocridad.
  • Se acabó la época de los recortes. Es que es difícil recortar más.
  • Ahora todo se fía al crecimiento de la demanda interna, del consumo privado, que va por los suelos. Por eso no suben el IVA.
  • Y paro al 20% hasta 2019. Los políticos españoles salen al campo vencidos.

Consejo de Ministros correspondiente al viernes 27 de junio de 2014, presidido por doña Soraya Sáenz de Santamaría en ausencia de don Mariano Rajoy.

Días atrás criticaba servidor al grupo Yunque, o cómo se llame ahora, por su secretismo y por su empeño en perseguir a 'sus hermanos en la fe' a otros católicos que, al igual que yo, no soportan su secretismo y sus intrigas. Por supuesto que es así y lo mantengo, pero luego, la cara de la moneda te la encuentras dando la coña en Moncloa, justo por donde entran los periodistas, en defensa del más débil y del más inocente. Sí, del concebido, sólo que todavía no nacido.

En el recinto monclovita, rueda de prensa del Consejo de Ministros, presidido por la inefable Soraya Sáenz de Santamaría, te encuentras con el ambiente dominante y predominante, ligeramente agobiante, de los medios informativos. De hecho, en España, a día de hoy, si no eres progre, te va a costar llegar alto en periodismo o tendrás que dedicarte al periodismo independiente, una forma solmene de marginalidad. Y va una periodista progre y le echa en cara a la vicepresidenta que el ilustre Gallarón va a participar en un seminario, escuchen bien, antiabortista. ¡Cuánto horror! Como si Gallardón no participara todos los días en aquelarres abortistas. En el Congreso de los Diputados, tan repleto de brujas y trasgos.

Y entones surge la derecha pagana española, el PP cobardón, la derecha progre, doña Soraya Sáenz de Santamaría, y se esconde detrás de la ignorancia. No sabe, no contesta. Asunto de principios, la vice no responde.

En la misma semana que la izquierda montaraz pro-muerte había sacado a la derecha cobardona la promesa de que no se prohibiría el aborto eugenésico, el más cobarde y repugnante de todos los abortos, el Gobierno Rajoy sigue con la norma escondida en el cajón, sin saber qué hacer, temblándole los dientes. Enfrente, la desfachatez de la frente de la izquierda progre y montaraz.

Por eso, qué quieren que les diga, me gusta ver a Nacho Arsuaga, también descarado, a la puerta de La Moncloa, en lucha por la vida del más débil.

Por lo que respecta a Soraya, escondida detrás del oropel de Moncloa, hay que decir que su figura ha menguado. Pensó que podría sustituir a Rajoy y ahora se ha convertido en la directora de Gabinete de Rajoy. No es que le haya quitado el puesto a su enemigo Jorge Moragas pero lo cierto es que Soraya ya no toma iniciativas: cumple las órdenes que le imparte Mariano. En Moncloa, esto es un secreto a voces y, por tanto, la idea de Soraya consiste en no moverse demasiado.

Es cierto que doña Soraya está mucho menos crecida que antes. Ha agachado al cabeza y ya no sueña con sustituir a medio plazo a Rajoy, como la primera mujer presidenta del Gobierno de España. Se le ha visto demasiado el plumero y ha sido llamada al orden. Su lema es: evitar la polémica. Esto es un secreto a voces en Moncloa. La vicepresidenta lleva ahora la agenda del Gabinete y del presidente… y nada más. Se le nota hasta en el tono en el que se dirige a los periodistas, menos prepotente que antes.

¿Significa esto que el Gobierno Rajoy cambie de rumbo sobre el derecho a la vida, ahora que la progre Soraya está devaluada Ni mucho menos. Si Soraya es ideológicamente cobarde, Rajoy lo es mucho más. El presidente es tan abortista como la vicepresidenta. Para ellos, la vida es ese tema tan desagradable sobre el que sólo aceptan una política: la de no tener política alguna.

Sólo ha habido un momento en el que Soraya ha recuperado un mínimo de brillantez, durante la comparecencia de prensa de este viernes. Es cuando se insistió en el aforamiento de Juan Carlos I. No por su habitual introducción sobre lo obvio (Sáenz de Santamaría siempre responde a las preguntas con un circunloquio donde nos enseña lo que todos sabemos) sino en su colofón, cuando recordó la 'curiosidad' de que quienes critican las prisas en el aforamiento del Rey emérito lo hacen desde su condición de "aforados". Eso estuvo bien.

El asunto del día era, sin embargo, la presentación de los Objetivos de Estabilidad 2014-2017 y el límite de Gasto no financiero del Estado para 2015. En plata, el llamado techo de gasto paso previo a la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2015. Es una forma por la que el ministro de Presupuestos y de Hacienda, Cristóbal Montoro, nos cuenta que el límite de gasto será un 3,2% menor que en 2014 pero que, en cualquier caso, se terminó la época de los recortes en prestaciones sociales.

Por lo demás, poco que decir. El cuadro macro nos indica que sólo en 2017 -sí, han leído bien-, el Gobierno espera en que la tasa de paro bajará del 20%, es decir, que seguirá por encima del doble de la media europea. Una clase política que acepta tamaña derrota debe ser cambiada al instante. Toda ella, en su totalidad manifiesta. Que venga alguien que no considere que la economía española debe rendirse ante un desempleo disparado de forma permanente.

En cualquier caso, Montoro lo fía todo la resurrección del consumo interno, que es el más desmadrado porque la política económica de Rajoy ha consistido en sacarnos de la crisis a coste del nivel de vida del pueblo español.

Y a todo esto, ¿qué ocurre si el techo de gasto se incumple Pues entonces llega el otro drama, después del paro: que nos endeudaremos más de lo previsto. Esta es la única puerta de salida ante el incumplimiento: más deuda. El mundo en poder de los gestores de mercados, ni tan siquiera de sus propietarios.

En cualquier caso, muy preocupante la evolución del peso del sector público en la economía. Si observan los cuadros adjuntos, verán que se trata de reducir el peso económico del Estado en la sociedad del 44 al 40% en tres años. Pero hombre, si cuando el Estado supera el 25% del peso total de la economía ya deberían encenderse las señales de alarma…

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com