Como anunciara Hispanidad.com a las 15:15 horas del miércoles 27, Alfonso Cortina, de 60 años de edad, presentó inesperadamente su dimisión. Uno de sus familiares lo explicaba así: "Tiene 60 años y no puede permitir que la maldita política le arruine la vida". El Gobierno Zapatero se cobra así su primera pieza de caza mayor.

Precisamente, Cortina contaba con el apoyo de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, cuyo hermano trabaja en Repsol, y con la amistad de Pedro Solbes. No así con la del ministro de Industria y Energía, José Montilla, ni con la del secretario general de la Energía, Antonio Fernández Segura.

A partir de ahora, deja de estar clara la seguridad de los presidentes de empresas privatizadas, porque lo cierto es que los socialistas se crecerán, y pondrán en el punto de mira a personajes como César Alierta, Pablo Isla, Manuel Pizarro o Francisco González.
 
La historia de los hechos puede resumirse así: A la una de la tarde del miércoles 27 comenzó la reunión de la Comisión Delegada de Repsol YPF. Y tras el almuerzo, comenzó a sesionar el Consejo de Administración de la petrolera, que preside Alfonso Cortina. Pues bien, los rumores se dispararon en la city, justo cuando comenzaba la reunión de la Comisión Delegada, a las 13:00, hora local española. Los rumores hablaban de que Alfonso Cortina había presentado su dimisión y sería sustituido por el presidente de Gas Natural, Antonio Brufau, precisamente el hombre que el Gobierno Zapatero desea ver al frente de Repsol

El Consejo de Administración de Repsol es de carácter ordinario y según los estatutos su presidente sólo puede ser renovado por la Junta General de Accionistas, como ocurriera con Óscar Fanjul. Alfonso Cortina entró primero como consejero con la aprobación de los accionistas y posteriormente fue nombrado presidente por el Consejo de Administración.

Antonio Brufau es el presidente de Gas Natural y consejero de Repsol YPF, todo ello en representación de La Caixa, principal accionista tanto de la petrolera como de Gas Natural. Además, es el director general del grupo industrial de La Caixa.

No es ningún secreto que el Gobierno Zapatero pretende renovar las Presidencias de todas las empresas privatizadas, aunque fracasos anteriores, especialmente en el caso de Manuel Pizarro en Endesa y de Francisco González en BBVA, hayan convencido a Pedro Solbes y a José Montilla, los principales dirigentes de la operación, de que la premura conduce al fracaso. A fin de cuentas, estamos hablando de empresas privadas. Por ejemplo, habrá que ver cuál es la reacción de los fondos de inversión internacionales, principales accionistas de Repsol YPF y del resto de grandes empresas españolas ante la dimisión de Cortina. Y no porque no confíen en su posible sustituto, sino porque no les gustan las intromisiones políticas en la vida de las empresas cotizadas.
A la hora de cerrar esta edición, podemos confirmar la dimisión de Cortina, aunque no el nombre de su sustituto.