Un millón de euros por unidad parece mucho dinero por asesorar en una operación de fusión.

Pero para cobrar esa cantidad a cada uno de los asesorados hay que llamarse Carlos Arenillas, ser vicepresidente saliente de la CNMV, esposo de la ministra de Educación de ZP y millonario en sus ratos libres (aunque es cierto que Arenillas no podrá incorporarse, al menos oficialmente, a Intermoney durante un lapso, treas salir de la CNMV). O llamarse José Pérez, ser ex director del Servicio de Inspección del Banco de España y filosocialista.

La fusión de las seis cajas de ahorros de Castilla-León es la primera consecuencia de lo que decíamos días atrás: el plan de rescate bancario del PSOE, realizado con dinero público, incluso entre entidades que no necesitan tal ayuda (aunque el dinero siempre viene bien) degenerará en un peligroso proceso control político por parte del Ejecutivo de bancos y cajas (en España y en todo Occidente). Las cajas ya están, más o menos, controladas por los gobiernos autónomos, pero ahora hablamos de control del Gobierno central para buscar la fusión deseada. Sorprende, por ejemplo, que esta primera victoria del gobernador Fernández Ordóñez, socialista e intervencionista, se haya producido en territorio PP, cuando hay otras cajas igualmente débiles en otros territorios, comos los predios socialistas de Andalucía y Castilla-La Mancha, sea en terreno tripartito.

En cualquier caso, volvemos a lo mismo. ZP ha intentado disponer de su propia beautiful people´, empeño en el que ha conseguido menos éxitos que en su control, prácticamente absoluto, sobre el medio políticamente más influyente: la televisión. Pero ahora, con la crisis, no sólo ha encontrado el modo de quitarle el dinero a millones de pobres para dárselo a miles de ricos, sino que, además podría lograr su sueño de controlar el sistema financiero. Es sabido que los progresistas disfrutan mucho haciendo millonarios y haciéndose ellos mismos millonarios.

Eulogio López

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