Una cosa es la libertad de expresión y otra bien distinta la descalificación, amparándose en ese derecho. Una lástima. Nos lo cuenta Miguel Rivilla.

Sr. Director:

En carta publicada en Estrella digital este lunes, su autor, José Manuel Llera Lozano, arremete furibundo contra los obispos españoles, los condena  personalmente y los llama contumaces por no haber defenestrado de su emisora a FJL, haciéndoles cómplices y responsables morales, tras la 5ª condena judicial al mismo por injurias.

No se para en barras el señor Llera por esta denuncia no probada e infundada, sino que él mismo injuria a los prelados por contumaces, pues en vez de cumplir con su deber, movidos por la sagrada hambre de dinero que les proporcionan esos escándalos, lejos de castigar al culpable, continúan sosteniéndolo incluso ahora.

Por culpa de esa venenosa campaña de descalificaciones a casi todo el mundo, ese reo multi condenado, y los obispos españoles con él, han inoculado sospechas, enemistad y odio entre millones de españoles, ignorantes o temerosos de su poder sagrado, separando las mismas familias, como ya hicieron en otras épocas, en que repetidamente propiciaron o enconaron guerras fratricidas.

¿Cabe más condenable crimen contra la doctrina de Jesús y contra la humanidad?. Hasta aquí la vitriólica carta del señor Llera que más parece una suma de injurias suyas a todo un colectivo respetable.

Allá el locutor estrella FJ Losantos y la CEE con su personal, justa, judicial y debida  respuesta a este desfacedor de entuertos, que cae en lo mismo que él denuncia y que públicamente falta de un modo tan grave, injusto y calumnioso, agraviando sin más a los obispos, nuestros pastores.

Si esto es lo que entienden algunos por libertad de expresión=libertad de injuriar, calumniar y condenar, como hace el señor Llera, a servidor, que lo borren tal derecho. 

Miguel Rivilla San Martín

miriv@arrakis.es