Sr. Director:
Soy una sindicalista activa, en mi caso, del sector de la educación.

 

He decidido, al tiempo que pido a mis compañeros/as maduren su decisión, no secundar la huelga por que considero que la convocatoria llega tarde para parar las reformas y quiero denunciar al mismo tiempo la pasividad de los sindicatos convocantes cuando las medidas aún no habían sido aprobadas por el Parlamento y en momentos anteriores.

Pienso que el tiempo de las movilizaciones -si lo que se quería era proteger a los trabajadores- era antes de que se aprobasen las medidas gubernamentales, y no cuando ya se han aprobado y sólo se cumplen los intereses particulares de los sindicatos convocantes.

Cuando los sindicatos convocantes se dedicaban a flirtear con el Gobierno, especialmente con su Presidente, cuando éste se dejaba querer, era cuando se debía actuar con coherencia.

La convocatoria, contrariamente a lo que parece, no es motivada por la defensa de los derechos de los trabajadores ni por ir contra una medida inicua de un Gobierno socialista, sino por una oportunidad ante las elecciones sindicales que se celebran este año en todos los sectores, y donde los sindicatos convocantes -UGT y CCOO- se juegan mucho. No es defensa sino oportunismo. Y yo con la defensa de los derechos de los trabajadores no juego.

Mercedes Alenza