Sr. Director:

Aunque en el anteproyecto de la LOE no se explicita nada al respecto -tiene, como la LOGSE, un carácter abierto y flexible en el que se deja en manos de las Comunidades Autónomas, de los Centros y de los Profesores (segundo y tercer nivel de concreción) el desarrollo de estas prerrogativas ministeriales- mucho me temo que la educación sobre lo sexual seguirá en la línea de incrementar los mensajes sobre aspectos falseados de lo sexual -el tabú que supone la castidad, lo homosexual como una realidad probada, explicaciones fisiológicas exentas de contenido moral con la tergiversación que lleva consigo...

El gobierno actual no necesita preparar una educación en el que se denoste los valores tradicionales sobre la familia y la educación y se reafirmen los valores progresistas que defienden. Son muy conscientes los mandatarios actuales que ya se encargan de ello los medios de comunicación -la influencia de estos cada vez es mayor en los pequeños cerebros de nuestros niños- que sobrepasan con creces lo que se pueda enseñar/formar en un colegio/instituto. No necesitan los socialistas incidir mucho en este aspecto pues saben que va sobre ruedas, sin necesidad de darle mayor peso en esta Ley.

Pienso que no se han mojado en el anteproyecto que quieren aprobar -consensuadamente dicen- porque lo que quieren lo conseguirán igual.

Cuando se apruebe esta ley y en su desarrollo -Real Decreto sobre Contenidos

Mínimos- y dentro de la denominada Educación para la Ciudadanía se le pondrá patas, creo, a esta velada Educación Sexual. En ella tendrán cabida todos los presupuestos educativos que van en contra de la Familia, mal que nos pese. Luego nos quejaremos, mientras nuestros hijos, nuestros alumnos aprenden que el amor libre no es malo, que el preservativo es la mejor solución para no tener hijos, para no tener SIDA, que ser gay es tan natural, como lo es una persona heterosexual...

Conseguirán igual sus objetivos, aunque veladamente no se expliciten también por otro factor que me preocupa y me entristece porque lo vivo cada día: se deja en manos de los profesores la selección de contenidos sobre el tema y la elección de objetivos, atendiendo a los contenidos mínimos que exponga el Ministerio.

Soy pesimista al respecto. Mi experiencia personal me dice al observar a la inmensa mayoría de los docentes de la enseñanza pública que o bien que estos fomentan expresamente actitudes irresponsables, o bien estos no son capaces de transmitir de modo adecuado a los alumnos la información y las orientaciones para su conducta que les ayuden a desarrollar una sexualidad madura.

Manuel Zubía

manuelzubia@hotmail.com