El ex vicepresidente del Gobierno con Felipe González, Narcís Serra, busca una jubilación adecuada desde el día en que los socialistas llegaron al poder. No pudo ser ni la Presidencia de Telefónica ni la de Repsol YPF, así que se ha tenido que conformar con la Presidencia de Caixa Catalunya, la tercera caja de ahorros del país y perfectamente controlada por el Tripartito catalán.

Serra se las prometía muy felices, e incluso soñaba con una fusión, no hace falta especificar con quién, pero ha recibido la primera bofetada antes de sentarse en su sillón de mando. Así, el sindicato Comisiones Obreras, mayoritario en el sector, le exige un cambio en la gestión (la verdad es que la gestión depende más del equipo ejecutivo que de la Presidencia, pero todo el mundo entiende de qué estamos hablando), meno obsesión con la reducción de costes y más con el incremento de ingresos.

Dicho de otro modo, Comisiones advierte que hay que deben contar con ella. Y está en el Consejo de Administración. Además, al sindicato no le agradan las fusiones, que no suponen sino pérdida de empleo.