• Las FARC declaran un alto el fuego condicionado a que el Ejército no ataque y a que haya supervisión internacional.
  • Los terroristas lo consideran un paso previo a una suspensión total de hostilidades que deberá pactar con el Gobierno de Juan Manuel Santos.
  • Un grupo de víctimas del terrorismo pide seguir con el proceso de paz: "Negociar es la única salida".
El proceso de paz en Colombia ha dado un importante paso con la declaración por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de un "alto el fuego unilateral e indefinido" que entrará en vigor a las 00:01 horas del próximo 20 del diciembre.

Eso sí: la medida está condicionada a que el Ejército no ataque y a que haya supervisión internacional. En concreto, la guerrilla pidió que la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) participen como veedores.

Pero es importante porque los terroristas han calificado este gesto suyo como un paso previo a una suspensión total de hostilidades que deberá pactar con el Gobierno como parte de un acuerdo para poner fin al conflicto armado.

Como se recordará, este anuncio de las FARC llega una semana después de que se reiniciase la negociación de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos, tras la liberación de un general del Ejército y de otros cuatro rehenes de los terroristas.

"Hemos resuelto declarar un cese unilateral al fuego y a las hostilidades por tiempo indefinido, que debe transformarse en armisticio", dijo un comunicado de las FARC que leyó el jefe del equipo de negociadores de la guerrilla, Iván Márquez.

Las FARC advirtieron que el cese al fuego se dará por terminado si hay ataques de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional: "Este cese de fuegos unilateral, que deseamos se prolongue en el tiempo, se daría por terminado solamente si se constata que nuestras estructuras guerrilleras han sido objeto de ataques por parte de la fuerza pública", afirmó el grupo rebelde.

Por otra parte, un grupo de doce civiles colombianos, víctimas del terrorismo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), viajó a Cuba recientemente para testimoniar sobre sus vivencias. Y lo más importante es que se mostraron partidarios de seguir con el proceso de paz entre el Gobierno colombiano y los terroristas.

"Pensamos que el proceso de paz es realmente valioso, que es la única salida que tenemos a la guerra que hemos vivido", dijo Camilo Villa, hijo de un abogado asesinado en 1992 por paramilitares, en una rueda de prensa. "La guerra debería terminar lo antes posible", recoge Infobae. 

Como símbolo de esperanza, las víctimas plantaron un árbol en un jardín de 'El Laguito', el complejo de residencias de protocolo cubano donde se realizó esta sesión y donde se hospedan las delegaciones de paz. "El árbol de la vida" es una esperanza "en la búsqueda de la paz con justicia social", dijo Córdoba en la emotiva ceremonia en el jardín.

El árbol fue bendecido por el presidente de la Conferencia Episcopal colombiana, Luis Augusto Castro, y luego una de las víctimas, Francia Márquez, cantó la canción 'Colombia hambrienta de paz' que ella compuso tras una matanza perpetrada por paramilitares de derecha en 2001.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com