Monseñor Luiz Carlos Eccel, de 58 años, presentó su dimisión al Papa por motivos de salud o por otra causa grave.

El partido de Dilma Rousseff impulsa con el Plan Nacional de Derechos Humanos la legalización del aborto o el homomonio.

El obispo de Caçador (Brasil) está luchando desde hace siete años contra el cáncer que le fue detectado, pero se ha hecho conocido en su país por el apoyo público que brindó a la candidata del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, en la campaña para las elecciones generales de Brasil.

Su postura generó extrañeza y cierta polémica, aunque cada vez es menos raro que un obispo o miembro de la Iglesia salga por peteneras. Pese al crecimiento de Brasil en estos últimos años, hay que recordar que tanto Lula, como ahora Dilma Rousseff, se mostraron firmes defensores del aborto, como así lo tienen previsto en el programa político de su partido. Rousseff cambió mucho su postura durante su campaña y parecía que el París bien vale una misa, se hacía vida en su postura ante las elecciones presidenciales

Aunque la candidata Rousseff dio marcha atrás ante el peligro de que su defensa del aborto pusiera en jaque su victoria a la presidencia de Brasil, la defensa de monseñor Eccel a su candidatura no ha pasado desapercibida. El cáncer que padece el obispo de Caçador es el motivo alegado para presentar la renuncia, aunque el artículo al que se acoge el Santo Padre también permite otra causa grave dentro de las posibilidades. Y es que un sucesor de los apóstoles, que debería defender los valores no negociables, como el de la defensa de la vida, no debe apoyar a quien la desprecia, como es el PT, es terrible, pero además si lo muestra públicamente es faltar a su labor de pastor de la Iglesia.

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com