Sr. Director:
Durante demasiado tiempo se ha mantenido la anomalía constitucional en Cataluña que significaba el arrinconamiento del castellano en la enseñanza y la vulneración del derecho de los padres a que sus hijos estudiaran en una de las dos lenguas cooficiales de la Comunidad
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha dado dos meses a la Generalitat para equiparar castellano y catalán en los colegios en respuesta a la desobediencia reincidente de una sentencia del Supremo. Es una cuestión de justicia. Por ello cuesta entender que entidades -públicas y privadas-, grupos y personas a les que se les hace la boca agua cuando hablan de justicia se obstinan en no acatar una clara y determinante sentencia. ¿Qué pasa?, ¿que justicia sí pero sólo si me es favorable? Tantos años pidiendo se haga justicia con el catalán y ahora esa misma justicia quienes más la pedían se le niega al castellano. Un mínimo de coherencia señores y señoras.

 

 

 

Xus D Madrid