• La embotelladora única española ofrece la recolocación a los 350 empleados afectados por la ejecución provisional de la sentencia del ERE, que dictó la Audiencia Nacional.
  • Esto significa que no se podrán reincorporar a sus antiguos puestos de trabajo, sino en centros operativos de la compañía, según explica a Hispanidad Sebastián Serena (FITAG UGT).
  • Por su parte, a la presidenta de Coca-Cola Iberian Parners parece no importarle mucho, aunque dejó de ser consejera independiente del Banco Sabadell para dedicar 'todo su esfuerzo' a la embotelladora.
  • Sin embargo, cinco días después se le olvidó su buena intención y entró en el consejo de administración del Banco Santander como consejera independiente.
  • Ahora decide salir también del consejo de Ebro Foods "por motivos profesionales", ¿entrará en otros, ¿seguirá en el de Acciona

Como recordarán, el pasado 21 de noviembre, la embotelladora única española del famoso refresco 'marca de la felicidad', Coca-Cola Iberian Partners (CCIP), recibió una segunda bofetada por parte de la Audiencia Nacional (AN), pues debía cumplir la sentencia que anuló el ERE con beneficios. Para ello tenía cinco días hábiles en los que decir si reincorporaba a los despedidos y un mes para abonar sueldos y atrasos.

En relación al primer plazo, la embotelladora ha agotado los cinco días, pues no ha hecho nada hasta este lunes. En concreto ha registrado un escrito en la AN, donde explica cómo va a cumplir la ejecución provisional de la sentencia del ERE.

Los sindicatos no han recibido información por parte de CCIP y lo poco que saben es por los medios de comunicación, según ha señalado Sebastián Serena a Hispanidad. El secretario del sector de Alimentación, Bebidas y Tabaco de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de la Unión General de Trabajadores (FITAG UGT) ha explicado que la embotelladora ofrece la recolocación a los 350 trabajadores afectados por la ejecución provisional de la sentencia.

Sin embargo, esta decisión no es para tirar cohetes ni para celebrar nada, pues supone que CCIP ofrece una recolocación en centros de trabajo operativos. Por lo tanto, los empleados no se podrán reincorporar a sus antiguos puestos de trabajo.

Por su parte, la presidenta de la embotelladora única española, la poderosa Sol Daurella (en la imagen), parece no estar muy preocupada por la solución del conflicto que sin razón alguna se buscó al plantear un ERE con beneficios. Paradójicamente le inquieta últimamente muchísimo más su silla en los consejos de administración de diversas empresas y entidades que su compañía.

La empresaria catalana, que además es una de las mujeres más ricas de nuestro país, decidió dejar de ser consejera independiente del Banco Sabadell el pasado 20 de noviembre. Una decisión que, según ella misma explicó, tomaba para dedicar todo su esfuerzo a los proyectos de su embotelladora.

Pero las razones que esgrimió Daurella para salir de la entidad que preside Josep Oliu dejaron de tener validez cinco días después, cuando se anunció su entrada en el consejo de administración del Banco Santander. La presidenta de CCIP se incorporó como consejera independiente a este órgano de la entidad, que está inmersa en la revolución de su presidenta, Ana Patricia Botín. Algo que cabreó a Oliu y a la burguesía catalana.

Daurella parecía no estar del todo satisfecha, pues este lunes ha decidido salir también del consejo de administración de Ebro Foods "por motivos profesionales", como se puede ver en la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ahora sólo cabe preguntarse si será nombrada consejera de otras empresas y si lo seguirá siendo de Acciona. El tiempo lo dirá.

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com