Sr. Director:
El expediente de Bruselas a España por un supuesto trato de favor a siete clubes de fútbol, entre ellos Real Madrid y Barcelona, mete en el mismo saco dos objeciones muy diferentes: las ayudas públicas que hayan podido recibir varios equipos valencianos y la estructura societaria de aquellos que no son sociedades anónimas.

Las primeras, en efecto, resultan atípicas, pero los reparos a lo segundo son más que discutibles. El fútbol necesita limpieza y transparencia, cierto, pero no inquisidores que siembren de sospechas los éxitos.

Si el Real Madrid y el Barcelona están entre los mejores equipos del mundo no es debido, a las ayudas públicas, que no tienen. El estatuto de estos clubes (grupos deportivos) es el que siempre habían tenido todos, sería absurdo obligarles a transformarse en sociedades anónimas. El caso de Atletic Club y el Osasuna, aún es más llamativo.

José Morales Martín